Sexto día del Festival de cine de San Sebastián y, posiblemente, uno de los mejores. El dormir cinco horas diarias ya me hace confundir títulos de películas, olvidarme de nombres de actores y tener que dormir una siesta de una hora mínimo para poder estar fresco por las tardes. Y eso que no estoy apenas publicando críticas de las películas visionadas, si no, no dormiría.
Empiezo el día con «Eden», que trata sobre la vida y obra de un dj francés justo con el momento del nacimiento del estilo garage en Francia. Me ha gustado, tal vez por culpa de la BSO (Daft Punk) y por la historia, que veo cosas de mi vida reflejada en el protagonista. Además tiene un aire a «Trainspotting» pero con menos droga y sexo.
Tenía dos cintas para ver a las 12:00, «Retorno a Ítaca» y «Felix et Meira» pero me decido por la segunda porque me pillaba más cerca (sí, cada vez estoy más vago) y esas decisiones se pagan con la calidad de la película. «Felix et Meira» me hubiera gustado mucho más si tuviera más ritmo. Es de esas películas que si la ves no pasa nada aunque si no la vez tampoco pasa nada.
Tras una siestaca, decidimos irnos al Teatro Principal para ver el largometraje francés «Gett, the trial of Viviane Amsalem». Al entrar a la sala había una manifestación justo en la entrada. Volviendo al tema, iba sin saber de que iba y me alegro porque ha sido una grata sorpresa. Aunque tenga momentos y diálogos cómicos surrealistas esconde un drama muy potente. No entiendo por qué no ha ido representando a Francia para los Oscars.
Terminamos el día con la película española «Magical Girl». Cadena de favores, agradables o no. Tres buenas historias entrelazadas que van de menos a más y con grandes actuaciones, en especial, José Sacristán. También me ha encantado algunos diálogos (por no decir monólogos) criticando a los recortes del gobierno español, la opinión de la tauromaquia o la crisis económica.
Si decía hace unos días que «La isla mínima» es una de las cintas españolas del 2014, «Magical Girl» es otra película de este año.
