Crítica de «Dallas Buyers Club», dirigida por Jean-Marc Vallée y protagonizada por Matthew McConaughey, Jared Leto, Jennifer Garner, Steve Zahn, Dallas Roberts, Griffin Dunne, Denis O’Hare y Bradford Cox.
SINOPSIS
Hijo de Texas, Ron Woodroof es un electricista y cowboy de rodeo. En 1985, está metido en un estilo de vida temerario, que no se replantea. De repente, Ron es diagnosticado como seropositivo y se le dan 30 días de vida. Sin embargo no acepta su muerte.
Su curso intensivo de investigación revela la falta de tratamientos aprobados y medicamentos en los EE.UU., así que Ron cruza la frontera a Méjico. Allí, averigua sobre tratamientos alternativos y comienza a hacer contrabando con los Estados Unidos, desafiando a la comunidad médica y científica incluyendo a su médico, la Dr. Eva Saks.
OPINIÓN
Gran cinta que pude ver en el Festival de cine de San Sebastián 2013 donde podemos ver, posiblemente, las mejores interpretaciones del año.
El film lo podemos dividir en dos partes; la primera nos presentan al protagonista, un descontrolado vividor que se entera de que es seropositivo y que le queda poco tiempo de vida por lo que decide luchar contra todo y todos por seguir vivo en una sociedad donde no se le acepta ni se le comprende. Vemos como Ron sufre la soledad y el abandono pero sigue adelante contra viento y marea hasta que consigue sus frutos, seguir vivo y que puede hacer negocio con ello. En la segunda parte se busca a un socio, un transexual enfermo de SIDA, que le llevará clientes a cambio de un porcentaje. Sin desearlo, se hacen buenos amigos, sufriendo todo tipo de problemas, tanto legales como sanitarios. Esta segunda parte, no se por qué (lo digo irónicamente) pero me recordó mucho a la serie «Breaking Bad».
Aunque sea un tema peliagudo y difícil de tratar, donde lo normal podría haber sido no complicarse, buscarle el lado dramático a la historia y así ganarse rápidamente al espectador (aunque eso nos hubiera llevado tener flashbacks de otros films de la misma temática como, por ejemplo, «Philadelphia»), el director no profundiza en el drama y nos muestra la evolución del protagonista que pasa a ser un homófobo sacacuartos a un lider para los enfermos de SIDA (la mayoría homosexuales) en la que combate, aparte de la enfermedad, contra el sistema sanitario y farmacéutico estadounidense, todo ello pasando por un empresario. Nos muestra las imágenes de lo sucedido y ya es cosa del espectador de creerse lo que está viendo o no. Tal vez esa frialdad con el que se trata el tema de la enfermedad y del negocio que hace el protagonista no guste a algunos espectadores.
Ayuda mucho para ser creible lo que estamos viendo que haya grandes interpretaciones y para eso están Matthew McConaughey y Jared Leto. El primero interpreta a un personaje muy peculiar; un tejano chulo, gorrón y que vive al día pero que sufre un palo y tiene que cambiar de estilo de vida. Por su forma de ser conecta con el espectador desde el primer momento que aparece (sobre todo por la primera escena del largometraje). Cuando uno pensaba que Matthew no podría sorprenderte, tras grandes actuaciones en «Mud», «Magic Mike» o «El lobo de Wall Street» va y lo consigue, dejando el listón más alto todavía. Sin embargo, su actuación queda parcialmente nublada por un colosal Jared Leto, que hace de un transexual tan creible que a mi me costó reconocerlo en su primera aparición en la película. Tras un cambio de look radical (adelgazamiento incluido) caes rendido ante su magistral actuación. Te crees todo lo que dices y no reconoces al actor en ningún momento. El resto del reparto (Jennifer Garner, Steve Zahn, …) no lo hacen mal pero ni te acuerdas de ellos tras ver a Matthew y Jared. Cuando salí de la sala supe que estaba ante las mejores interpretaciones del 2013 y que iban a recibir muchos premios. Ojo, os recomiendo ver en versión original (por las voces de los dos actores).
En fin, el que la sigue, la consigue y todo galardón que reciban los actores serán bien merecidos.
NOTA = 7
LO MEJOR = Matthew McConaughey y Jared Leto.
LO PEOR = A algunos no le gustará la frialdad con la que se trata la historia.
