Crónica del día nº7 y nº8 de la 62ª edición del Festival de San Sebastián

Dos por el precio de uno. Las dos últimas crónicas de la 62ª edición del Festival de San Sebastián en un post por falta de tiempo. Es lo que tiene cuando ya no hay ni tiempo ni fuerzas para estar escribiendo. Pero más vale tarde que nunca.

Día 7

Comenzamos el día presentándonos en el Teatro Victoria Eugenia casi una hora antes. Para que os hagais una idea, suelo ir SIEMPRE con el tiempo muy apurado, sobre todo por la mañana. Creyendo que el primer pase de la mañana a las 9:00, aparezco a las 8:45 y me doy cuenta de que me he adelantado demasiado por lo que aprovecho para ir a la Kursaal para recoger piruletas y Red Bulls, el «desayuno y merienda de los campeones».

«Lasa y Zabala» es la primera cinta que vemos y es una decepción. No pasa a ser un telefilm más donde las interpretaciones son muy artificiales, un montaje con flashbacks que no sorprende y un guión que tampoco ayuda mucho. Los créditos iniciales me ha gustado bastante.

Salimos del teatro corriendo para hacer cola para la siguiente película que es en el mismo Victoria Eugenia. Y toca sesión de «Relatos salvajes», una película hispano-argentina que logra posiblemente las mayores carcajadas de todo el festival. Seis historias con muy mala leche y muy divertidas en la que las escenas de Leonardo Sbaraglia y Ricardo Darín son lo mejor del largometraje.

Tras un merecido descanso para comer y recuperar fuerzas nos dividimos y vemos dos películas bastante distintas.

Entro a ver «Winter Sleep» en el teatro principal que me ha dejado frío y, siento reconocerlo pero me he quedado dormido. El título no engañaba. Dialogos eternos. Es una película que hay que verla MUY DESPIERTO, tener mucha paciencia e ir con el listón bajo, sin esperar nada. Y tras ver que ha sido la ganadora de la Palma de Oro y Premio FIPRESCI en Venecia 2014 y que estamos en los últimos días del festival y el cansancio hace mella en el personal, creo que no ha sido el mejor momento ni de verla ni de programarla.

También estamos en la Kursaal para ver «Tigers» y decir que es una historia real dura pero con falta de profundidad y crítica. Remueve pero no conmueve

El último pase del día para nosotros es la cinta española «Murieron por encima de sus posibilidades», que empieza bien pero es una ida de olla total, un viaje a la locura que en las escenas finales da vergüenza ajena, sobre todo por el elenco de actores secundarios que tiene. Me quedo con algunos monólogos/dialogos por la crítica que hace y alguna canción suelta, por quedarme con algo.

día ocho

Último día del Festival para nosotros. Nos cuesta la vida levantarnos de la cama, sobre todo porque la noche anterior estuvimos de pintxos y de cervezas y las horas pendientes de sueño que nunca se recuperan.

Acudimos al teatro Principal para visionar «Escobar: Paraiso perdido» de Andrea Di Stefano. No está mal aunque a mi me ha dejado indiferente porque, sin ver el tráiler, me esperaba más una cinta centrada en Pablo Escobar, cosa que no sucede porque, aunque sea tema principal es un actor secundario. Bien Del Toro. Mal Josh Hutcherson. Me quedo con las frases de Escobar y cuando Hutcherson está escondido, por la tensión y porque no se le veía.

Siguiente película, «Wild life». No me llamaba la atención y prefería irme al piso a dormir para poder estar a tope en los pases de por la tarde pero no lo consigo y acudo a la Kursaal. Antes de entrar una manifestación en la entrada. El film me parece un «Atrápame si puedes» pero con niños y un padre antisistema y mucho drama. Se salva el comienzo y el final ya que el resto de la película, aunque veamos la evolución de los niños, no me ha aportado nada.

Tras comer toca ver lo nuevo de «The tale of Princess Kaguya». Bonita pero eterna historia. Comienza bien aunque se entretiene en detalles que, bien cierto que es ameno, no aporta nada a la historia. El final, precipitado. No es lo mejor de los Ghibli. Me quedo con las canciones y el diseño de los dibujos pues le da ese encanto de estar viendo un cuento.

Última película de la sección oficial del Festival. «Samba», lo nuevo de los creadores de «Intocable». La sombra alargada del film anteriormente mencionado es alargada y se nota. Es imposible no estar viendola e ir comparándola o encontrarle los parecidos más que razonables; drama con toques cómicos, personajes peculiares, buena BSO,… ¿os suena? Pues eso.

Terminamos el día y el festival con «20000 days on Earth», un documental de y sobre Nick Cave en el que los fans del músico van a flipar. Tras un comienzo que descolocará a más de uno (en el que me incluyo), tiene un final bastante potente y bueno, tanto por los dos mensajes del artista y por las canciones.

Y qué mejor manera de finiquitar el festival que seguir conociendo gente y charlar de cine con unos pintxos y cervezas. Porque, y como muchas veces me han dicho durante estos últimos días, hay que disfrutar del festival en todos los sentidos. Y yo, por suerte, lo he hecho.

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